lunes, 15 de abril de 2019

Reflejo


08/abril/2019 12:03
Mi corazón agitado, una vez más.
Mi cabeza embotada, como si miles de pensamientos hayan sido disparados de diferentes frentes, indefensa.
Mi cuerpo se ha cansado, y desea solo descansar.
Mi garganta tiene un grito de angustia trabado, olvidé como respirar.
Mi piel del cuerpo, alma y espíritu están marcados con arañazos por todo rincón.
Por qué cuesta tanto sanar?

Encerrada en este cuarto vacío y oscuro, con un solo espejo y nada más.
Viendo mi reflejo en él, lleno de cicatrices, lleno de suciedad y todo mal.
Oyendo como su risa burlona detalla cada uno de mis defectos y todo se agudiza.
Sintiendo el dolor de cada recuerdo plasmado a través del tiempo, se amplifica.
Con náuseas, el olor es insoportable, me trae recuerdos, a qué? a nada, a todo.
Con el sabor amargo de la derrota, de la renuncia, del dolor, me turba.


Huir, huir, esa es la solución, eso es lo que necesito. pero corro intentando encontrar la salida, y no hay, no existe. ella está ahí, del otro lado, riendo, pq he caído en su trampa, ahora soy un simple reflejo, sin voz, sin vida, sin ánimo, y con todo en oleadas, parará?


Encerrada en un espejo, un espejo que con mentiras logró engatuzarme, un reflejo que ha tomado la libertad de expresarse como si fuese yo. Para qué seguir intentando?, y si en realidad soy esto?, solo el reflejo de alguien, y nada más?


Su risa es estruendosa, altera mis sentidos, me desfigura con cada sílaba jadeante que pronuncia. Con mi cabeza entre los brazos, intentando apagar todo el ruido, es que no hay solución alguna?, “y para qué vivir?” susurra desde ese lado libertino, y la idea fue plantada, tiene razón, tiene sentido, esa es la respuesta. Su risa cambia a gemidos, a un tarareo, una imitación barata de alguna canción, algo que me estremece pero, a qué me recuerda? y quiero que pare, que calle. Es que acaso la tortura no se detendrá jamás?


De rodillas rendida ante tanta turbación, sin escapatoria, y sintiéndola cernirse sobre mí otra vez, con un gesto fingido de gentileza me acaricia el cabello, me estremezco sin poder reaccionar, baja su mano hasta mi boca, la roza, me llena de miedo, y de repente, ya no puedo respirar. la desesperación me embarga, intento soltarme, sacármela de encima, no puedo hacerlo, no sola. Cómo un simple reflejo puede ser tan astuto?.


Una eternidad, así es como se ha sentido, para qué luchar más? su melodía de tortura me guía y aunque he intentado, ya agoté todo, lo poco, que me quedaba. ya no hay más, ya no hay nada más. Y aunque la angustia crece desde mi interior, sé que no hay escapatoria, y decido rendirme bajo coacción, morir entre este marco y este vidrio, dejar que ella venza, que se lleve todo lo que alguna vez soñé, lo que alguna vez fui, si en algún momento fui algo además de esta nada.


Su risa vuelve a ir en crescendo afianzando mis pensamientos y  cuando estoy al final de todo, desde algún rincón muy dentro mío sale un siseo casi imperceptible “estás?” casi sin voz, o tal vez solo fue un pensamiento, y desisto completamente a luchar.
El silencio se palpa, la angustia va aumentando, pero no en mí, y en ese momento soy consciente de que hay un canto, muy bajo, como canción de cuna, me adormece, me relaja, me deja respirar. Acaso es este canto lo que la atormenta? cómo es posible que sonido tan bello pueda alterar a alguien?.


Se acerca lo oigo, pero, cómo?, ya no hay nada sobre mí, no hay más aquel reflejo dictándome que debo hacer, mis músculos se han destensado, pero no lo entiendo, no lo entiendo. ya no hay canto solo una respiración rítmica, tranquilizadora, un sonido que me recuerda a algo, a un corazón latiendo? “Estoy” suena y esa sola palabra me desarma, me reconstruye, todo a la vez!, es simple, es suave, es firme, es Su respuesta, me la dice a mí. Y no la entiendo.


Aún en el suelo, sin fuerza para poder levantar nada, siento las lágrimas bañar mi rostro, que liberador!, mi respiración toda agitada sale dando golpes a mi ser, me tiembla todo, y esto es lo que quiero, lo necesito. Besos pequeños, siguen la línea que el llanto dejó marcado. Pero cómo?, sigo en este espejo, no he podido moverme. y sin embargo lo siento.


De pie mi respiración se acompasa con la suya, mientras canta, y lo hace fuerte, y mueve el piso, el techo, y me inunda de algo que no he sentido antes, paz. Mi respiración se mueve acorde a la suya, mi corazón late a su ritmo, hasta mi llanto cambia su motivo. “Estás” lo repito, y suena raro en esta voz, mía?, hace tanto que no la oía, Él asiente, lo sé, aunque no logro verlo, pero sé que está.


“Estás” ya no es duda, y quiero correr, buscarlo, encontrarlo, porque imperiosamente lo necesito. Ah mi cárcel!, cómo voy a salir?, y una vez más vacilo en volver a aquello que sé hacer aquí en este lado del espejo. “Estoy” su voz me saca de la ensoñación, y como si me fuese guiando voy repitiendo una y otra vez “estás, estás, estás”, mientras Él hace lo mismo “estoy, estoy, aquí, estoy” y saberlo aunque no lo vea me llena de mariposas el estómago, me enamora.


Siento que sonríe y eso me hace saltar, como si fuese un juego, y yo sonrío, y no lo entiendo. Toco el borde de esto que me limita, siento el frío de este vidrio, y su voz me tranquiliza. De la nada, Él empieza a reír, como si esto fuese gracioso, lo será? y su risa es contagiosa, es fuerte tiene todo de Él impregnado en ese sonido, no aguanto más y me rindo a lo mismo.


De rodillas nuevamente, haciendo un intento vano en sostenerme, rio, rio, rio, y no paro y no puedo y no quiero, y duele, pero es lo mejor que he sentido, y relaja y sé que es lo que necesito, y rio, rio, rio, mientras Él hace lo mismo. Cuando logro volver a compostura. Lo escucho una vez más “Bástate en MI” y eso me detona en carcajadas, al mismo tiempo que el marco a mi alrededor se destruye, cae estrepitósamente sobre el suelo, pero no me daña, me hace feliz, me da vida, y rio.


En este cuarto abierto, lleno de luz, rendida en en el suelo, desde siempre, todo es ligero, y ahora qué?, siento su mano, me pone en pie, ya no hay espejo, dónde me veré?
y me voltea, y todo tiene sentido, mientras perfila con su dedo todos los ángulos de mi rostro veo en sus ojos que me está formando, y todo tiene sentido.
Su reflejo, y sin pensarlo dos veces, sé que eso quiero ser, quiero reflejarlo a Él, en todo tiempo, en todo lugar, a todo aquel que ha estado encerrado en la mentira de su propio reflejo.


Mi corazón acompasado al suyo..
Mi cabeza con melodías, con el único pensamiento de su rostro en el mío, defendida por Él.
Mi cuerpo fortalecido, bailando a su ritmo, en sus brazos, pegada a Él.
Mi garganta exclamando a viva voz la alegría que solo Él me produce, es mi respirar.
Mi piel del cuerpo, alma y espíritu están marcados con sus caricias por todo rincón, ya nada duele.
Gracias por sanar tanto!