sábado, 12 de diciembre de 2020

Carol Vicenta

 11/diciembre/2020

00:42am



Una semana ya,
y no he dejado de leerte,
pienso en lo absurdo que es hablarte,
en lo ilógico que es extrañarte.

Una semana ya,
Y no paro de llorarte,
De que mi voz se quiebre al pensarte,
Que deba respirar profundo al contarte.

Una semana ya,
Y me sigue pareciendo un sueño malo,
Un sueño perverso que no tiene ni pies ni cabeza,
Un sueño que esta realidad envenena.

Una semana ya,
Y me sigo arrepintiendo de no haberte dado un último beso,
De no haberte abrazado con mis últimas fuerzas,
De no haber aprovechado el tiempo que no era eterno.

Una semana ya,
Y he dejado de echar la culpa a terceros,
De encontrar la falla a este cuento,
De gritar a los vientos lo injusto en todo esto.

Una semana ya,
Y empiezo a ver Su fidelidad en la tragedia,
Su amor y benevolencia,
Su ritmo al llevar todas estas cosas inciertas.

Una semana ya,
Y puedo empezar a escuchar Su voz en medio del barullo de mis pensamientos
Su respiración que me devuelve el aliento,
Su suspiro que se convierte en alimento.

Una semana ya,
Y aunque no logro entenderlo,
Puedo descansar en que es Su perfecto tiempo,
Y que un día, muy pronto o no,
Nos veremos con los brazos abiertos.
¡Te amo mujer!

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